domingo

Segunda semana en Nepal. (1)


La segunda de las semanas en Nepal fue no menos intensa que la que precedió (ver post aquí). Cumplí todos mis objetivos, excepto el ver a todas las personas con las que hubiese deseado pasar un rato y compartir charla; pero en esta ocasión el tiempo no fue mi aliado. Si con anterioridad pude visitar anualmente India y Nepal durante meses, ahora sólo disponía de medio mes, y en ese tiempo uno hace lo que puede para disfrutar, aprender, visitar y cumplir con quien más requiere mi energía y atención...

Si en la primera de las noches que visité Katmandú pude cenar con Aina Barca y entregarle 1.000€ para su proyecto Familia de Hetauda (un Centro autogestionado para niños y niñas que requieren Educación Especial), en la segunda de las semanas pude hacer llegar 1.100€ a Son Of Light para la reconstrucción de una escuela derruida en el terremoto de 2015. También hice entrega, en Chuchepatti, en el Campamento de Desplazados y Damnificados por el mismo terremoto, de 25kg de ropa. Allí viven todavía hoy, en 300 tiendas construidas a modo de invernadero, casi o sin el casi 2.000 personas, muchos niños entre ellas. Toda esta ayuda en dinero y ropa es la que me habéis entregado en mano para la Campaña #QdeCuencoHELPNEPAL que abrí en 2015 y que ya ha donado 3.700€. Os transmito las gracias de todas esas personas, en especial de los niños y niñas que se verán beneficiados en sendos proyectos educativos.

En lo personal he podido coincidir con dos de los niños que conocí en el Orfanato Destitute Children Home de Pokhara en 2010, centro hoy ya cerrado por desgracia, pues los intereses comerciales en este mundo pueden más que los humanos, y hoy al ser insostenible ha pasado a manos de gente que lo ha construido en Hotel. Una pena verlo así. Allí, en la puerta de lo que fuese el Orfanato, quedé con dos de ellos, que tenían entonces 7 y 11 años. La cara de los pobres chavales era un poema, frente a aquella casa que tanto había significado para ellos, pero les cambió al verme. Hoy son dos hombrecillos de 14 y 18 años, con vello en el bigote y voz más gruesa. Para bien seguramente la mayoría ya no están en Pokhara, por trabajo, estudios becados (algunos eran auténticos cerebros), etc, pero guardo contacto por las redes sociales con ellos y ellas. La pena, no tener tiempo para verlos a todos...

Allí había hecho un voluntariado durante tres de mis viajes a Nepal. Y también enseñando Reflexología Podal a los que hoy son mis amigos y amigas de la clínica Seeing Hands, un centro en Pokhara en el que masajistas ciegos realizan unos tratamientos que hay que probar para saber lo que es. Espectacular. Ellos y ellas manejan muy bien el arte del masaje, pero no conocían la Reflexología, así que tras conocerlos ya en mi primer viaje, desde el segundo de ellos comencé a disfrutar de lo lindo enseñándoles esta terapia. Hoy son unos reflexólogos y reflexólogas de primera, me hicieron dos tratamientos sendos días y en ambos quedéme dormido como un niño... 

Pude en esta ocasión enseñar lo mismo en el centro que tienen en Katmandú, y descubrir nuevos amigos, a los que por cierto les fascinó el sonido de uno de los cuencos tibetanos que llevé para que probasen. Algún día creo que habrá que enseñarles, porque están deseando me dijeron...

No os dejo fotos porque os brindaré algún post únicamente dedicado a fotografía de este último viaje, por ahora ahí van algunas solamente... y otro día sigo contando mis andanzas nepalíes.

Actualización. Visita los otros dos escritos sobre la segunda semana, hacienco click en:





La Familia deHetauda

Una de las campañas que realiza Son Of Light (en Alemania) para recaudar fondos.

Si me pierdo en Nepal es fácil encontrarme... entre cuencos tibetanos!

Esta joya de 150 años se ha venido conmigo, pero es un regalo para un buen amigo...